Ana cumple dieciocho añazos y sus padres querían regalarle una tarta especial, porque cumplir los dieciocho es algo especial. A Ana le gusta mucho el teatro, así que pensamos que recrear un escenario podría ser buena idea. Y lo de hacerla metida en una bañera con unas gafas en forma de corazón es porque tiene una foto suya en la que irradia alegría por los cuatro costaos (benditos dieciocho) y me pareció que reflejaría bien su personalidad, porque, aunque no la conozco, en todas las fotos se le ve una sonrisa maravillosa, os aseguro que transmite muchísimo en sus fotos.
A la hora de hacer el modelado me encontré con que, para que fuese proporcionado con la tarta, la muñequita tendría que ser diminuta y, la verdad, no me gustaba la idea. Así que pensé que en el mundo de fantasía del fondant las proporciones las marca cada tarta, y esta tarta me pedía una muñeca grande, guapa y con una sonrisa de oreja a oreja. Y no he querido ponerle más detalles para fijar la atención en Ana, que dieciocho años sólo se cumplen una vez y ella tiene que ser la protagonista absoluta.
Respecto a los sabores podría decir que es una tarta "Danae" porque la receta del bizcocho y del fondant son suyas. Por si alguien no lo sabe, cosa que dudo, Danae es una almita del foro Cocinando con el alma. El bizcocho es de cacao y avellanas (una pasada, ya lo hecho mil veces) calado con almíbar de cacao, relleno de ganache montada de chocolate blanco y mousse de chocolate negro, cubierta toda de buttercream de cacao y decorada íntegramente de fondant de leche (receta de Danae que cogí del blog del "Tartero Real") Vamos, una bomba.
Creo que ya os he comentado que detesto el sabor del fondant de nubes, pues este de leche está riquísimo, POR FIN!!!!! A mí me sabe como a chocolate blanco, se trabaja súper bien y para hacer las figuras no puse CMC porque seca enseguida. Estoy encantada con este descubrimiento, que además no lleva ingredientes raros ni me hace comprar cucharas medidoras.
Espero que les guste a toda la familia, a mí me ha encantado hacerla.
Perdón por la birria de fotos, las he hecho de correprisas, pero así podeis ver mi salón, jejeje. La verdad es que viendo las fotos parece horrorosa, os prometo que en vivo no estaba tan mal.