¡ABRACADABRA!

Aquí va mi último encargo: una chistera para un mago que cumple años (qué pena que no tenga un conjuro para no cumplir más de 25) ¡Y menuda odisea la dichosa chistera! Me la encargaron un jueves para el domingo y pensé que tendría tiempo más que de sobra. El plan perfecto estaba ya diseñado en mi cabeza cuando de repente... me puse mala y tuve que pasar todo el viernes en cama, ni siquiera pude ir a trabajar. El problema en realidad no era tener la tarta lista para el sábado, era más que no tenía el puckyfondant hecho y tiene que reposar un día y que tenía otra tarta más para el domingo!! Gracias al cielo y al arroz blanco la tarta chistera está terminada y la otra, que es para esta tarde, marcha viento en popa a toda vela.
De esta tarta he sacado dos conclusiones:

1. Los virus también van al cole.
2. Necesito un colorante negro que no quede gris.

¡Espero que al mago le guste su tarta!